El qué
Sigo pensando que en Mallorca sería mucho más eficiente una red de autobuses (no AUMASA) que llegase a todos los núcleos de población y no trenes que llegan a unos pocos núcleos y destruye aún más el territorio. Si bien es verdad que la línea de Artà es antigua y sólo se tiene que reabrir, también es cierto que adaptarla a las leyes actuales ¿correctas? requiere cuatriplicar el territorio necesario y vallar las vías creando un grave problema de permeabilidad para las personas que se mueven por los caminos cercanos a la vía de tren. También es cierto que para resolver sólo parte de estos problemas de pemeabilidad tienen que construirse decenas de kilómetros de nuevas carreteras rurales.
El drama
El peor drama no es ahora ni por mi, éste vendrá si se sigue con este faraónico proyecto de vías ferreas cuando se tengan que abrir vías de tren de nueva construcción y destruir aún más el campo. En el caso de la prolongación de la vía de tren hasta Alcúdia se ha abortado el proyecto precisamente por que no ha habido acuerdo sobre que parte del territorio se tenía que destruir. Ya veremos que pasa si se sigue con el plan hacia Andratx, Santanyí, Felanitx y Manacor. Y ya veremos que pasa cuando en breve, si se atreve, el Conseller Gabriel Vicenç, asesorado por sus estupendos directores generales, presenta el trazado de Artà hasta Cala Ratjada que se licitó en Abril de 2009. El estudio del trazado se licitó en abril de 2009 y el estudio tenía que presentarse en 6 meses, por tanto, el 4 de octubre ya tendría que haberse presentado, y la Conselleria de Mobilitat i Ordenació del Territori aún no lo ha hecho público. O quizás debe presentarse en Noviembre si los 6 meses es a partir de la fecha de adjudicación. En fin. Antes de fin de año y antes de que empiecen las obras, ya que forzosamente ya pueden ocupar los terrenos, los damnificados de Artà a Cala Ratjada ya tendrían que saber si les ha tocado la lotería del tren.
Si no siguiese este drama hasta Cala Ratjada, la línea hasta Artà aún tiene menos sentido. Hay que recordar que el drama lo sufrimos porque se trata de la línea con menos demanda potencial de las vías previstas en el Plan de Transportes Ferroviarios de las Illes Balears (página 77). Si fuese de verdad un proyecto necesario, útil, justo y eficiente, ni siquiera me hubiese molestado en escribir este artículo, o quizás lo hubiese podido escribir en positivo.
Lo irreversible
Mallorca quedará dividida, a parte de por las autopistas y autovías infranqueables, además por vías de tren infranqueables. Muchas personas, en nombre de un ecologismo que no entiende de destrucción de territorio cuando se trata de trenes y no de carreteras, pasarán en fila india por los ayuntamientos para ceder forzosamente sus propiedades en nombre de un transporte público que no sabemos si es el más óptimo, porque los políticos no han tenido el valor de presentar estudios comparativos, sobre el territorio de Mallorca, comparando la modalidad tren, bus o híbrida.
El daño moral
La mayoría de estas personas expoliadas, como lo han sido las expoliadas por el tren tram de Manacor Artà, y lo han sido también por la autovía MA-15 son personas mayores, de más de 60 años, indefensos, perplejos, viviendo en sus propias carnes como la administración les roba a cambio de una miseria no deseada de sus bienes. A veces están bien pagados porque las piezas de tierra no valen nada, y a veces el valor sentimental a aquellas tierras no tiene precio, otras veces la expoliación destroza explotaciones agrícolas y paisajes emblemáticos o fincas mayores cuyo precio es superior al pagado por la administración. Y el pago por daños morales la administración ni los paga, ni los tiene en cuenta, ni le interesan para nada. Ni te da el pésame.
Los deseos con daños colaterales
Pienso que todas aquellas personas que desean, apoyan y consienten estos faraónicos proyectos, tanto de trenes, como de autovías y autopistas, no tienen en cuenta los daños colaterales de sus deseos, ni sobre la destrucción de territorio ni sobre el daño moral causado a los propietarios de tierras y edificaciones que destruyen. Sobretodo, sobre aquellas personas que defienden trenes en Mallorca en nombre de la sostenibilidad, ecologismo y el transporte público y las que han manifestado abiertamente que no les importa que destruya territorio al tratarse de un tren y no de una nueva carretera, pienso que en realidad no les importa para nada ni la ecología ni el medioambiente, y lo único que desean es mantener un discurso POLÍTICO para movilizar unos miles de personas, o sólo cientos, y sentirse arropadas en sus partidos minoritarios, con excusas para diferenciarse de los estatales, y asegurarse así unos mínimos votos para luego poder pactar y governar. (Ohhhhhhhhhhh! acabo de descubrir América ;-)).
Puedo entender que el Gobierno desee mantener este proyecto "estrella" ABSURDO para no desequilibrar su pacto, pero no comparto esta decisión, por todos los daños colaterales que están causando: destruir el territorio y los daños morales y económicos (si es el caso) de los afectados.
Otro daño colateral que me atrevo a escribir es el de la especulación urbanística, no porque me lo invente, sino porque lo explicita el informe de impacto ambiental, el cual no se puede consultar en Internet:
"PÁGINA 16: Así mismo, describe los impactos sobre el medio socio-económico.
Impacto sobre la población, potenciales cambios en la distribución de la población, expropiaciones y destrucción directa de construcciones y terrenos, alteraciones en el tráfico durante las obras, afección al confort ambiental, efecto barrera, efecto en la movilidad.
Impacto sobre la organización territorial, riesgo potencial de afecciones a la accesibilidad transversal del territorio.
Impacto sobre el planteamiento urbanístico, alteración de los documentos de enplazamiento urbano en vigor, esto nos puede llevar, como consecuencia, a un proceso de valoración equívoco del terreno dando lugar a un caso más de especulación."
Las oportunidades perdidas
Si se malgastan los 171 millones de euros que a día de hoy está prespuestado este proyecto se pierden muchas otras oportunidades:
- Se pierde toda oportunidad de pensar en un transporte público global para toda Mallorca, innovador, y no basado en postulados de transporte del siglo XIX (trenes) y del boom turístico de los 60 (autovías).
- Se pierde la oportunidad de fomentar el transporte público global, prescindiendo del coche, porque no soluciona los problemas de AUMASA para la mayoría de los núcleos de población, ni este tren conecta de forma eficiente con Palma ni con los núcleos turísticos.
- Se pierde la oportunidad de apostar por una Vías Verdes y fomentar un turismo alternativo en la comarca de Llevant.
- Se pierde cualquier oportunidad de creer en un transporte público eficiente y competitivo con el coche, porque aún gastando 171 millones de euros, no logrará que la mayoría de personas que viven en Llevant puedan prescindir del coche, y al final éstas no utilizarán el tren.